Claro, estando en Europa era pecado no quedarse a conocer... a empaparse de tanta cultura... a ver en vivo y en directo tantas cosas que escuchamos en Historia (en nuestros tiempos)...
Nunca me imaginé que iba a agarrar mi maleta y con los consejos y datos de mi prima, que ya es una experta en viajes, me las emplumaría a ciudades que soñaba con conocer, como Paris y Venecia y a otra (Brugges) que no sabía que existía...
Todos me preguntan ¿y cómo lo hiciste con el idioma??? la verdad es que con un poco de inglés, un librito de francés para el viajero y muchos, muchos gestos... no fue tan difícil... pero no fué tan difícil porque estos países se toman en serio el turismo...
Primero, a la hora que llegues, hay una oficina de Informaciones turísticas disponible, y aunque no siempre hay alguien que hable español... siempre hay quienes hablan inglés... te venden el mapa, la guía, todo... pero vale la pena...
Quien te vende el billete de avión, o de tren se preocupa de que tengas reserva de hotel... en Chile ese es TU problema...
Hay miles de opciones para conocer, a pié, en metro, en city tours, en barcas, vaporetto en Venecia, góndola (muy muy cara)...
Obviamente en Paris estaba claro que hacer y donde ir... desde la famosa torre, la Plaza de la Concordia, el Museo Louvre, la Catedral de Notre Dam, el Sagrado Corazón, el paseo en Las Vedettes por el Sena... ufffff... realmente maravilloso...
Brugges, Capital Cultural de Bélgica, tiene más de 30 museos, desde el Museo del Diamante hasta el de los Molinos... es una ciudad mágica... hermosa... llena de canales, como una Venecia pero más pequeña y elegante... las hadas y los caballeros de brillante armadura, junto con la producción de chocolates son lo que más llamó mi atención.
Y Venecia.... Venecia... ciudad con un sector continental y Venize, la zona de los canales... la Catedral y Plaza de San Marcos, con música clásica en vivo a su alrededor... Murano... que cuenta con denominación de origen para la artesanía que se realiza en vidrio... fue lejos un sueño hecho realidad...
1 comentario:
Trabajar en el sector rural es una experiencia hermosa, no sólo por la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza, sino que también por la oportunidad de colaborar en el crecimiento y desarrollo de la población
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